El Perfecto Amante

Nunca se trató de mí, siempre fue sobre ti. En cada uno de esos momentos, en donde ambos nos encontrábamos solos en una habitación, me he dedicado completamente a satisfacerte y al mismo tiempo, juntos hacernos adictos al placer, no podría verte como un objeto, menos como un recipiente, solo puedo verte como una bella mujer a la cual acabo de conocer esta noche, quien merece todo el placer y satisfacción que le pueda brindar, esta es tu noche.

Ser egoísta es un mal común en muchos hombres a la hora del sexo, pensar solo en su satisfacción personal no es justo para la mujer, por lo cual comienza el desastre amoroso. De partida muchos tipos que son inexpertos en la cama, lo son por poca experiencia, por poco conocimientos del sexo opuesto, y por qué no saben cómo ejecutar ni dejarse llevar por el placer que puede generar este bello arte amatorio.

Es muy común en los tipos el nerviosismo, una vez que han llegado a la instancia de excitación y tienen a una bella mujer predispuesta a tener sexo, lo arruinan, por los siguientes puntos.

1. Por transmitirle su inseguridad a la mujer.

2. Por no saber cómo proseguir después de cada acción.

3. Por sobreexcitarse y eyacular antes que la chica llegue al orgasmo.

4. Por no conocer el cuerpo de la mujer y saber las áreas que realmente le dan más placer.

5. Por no tener idea donde está posicionado su punto G.

El peor error es activar un estado de inseguridad, a través de las suposiciones negativas, como auto presionarse con el hecho de que deben dar una increíble impresión, como imaginar que deben durar más de los 15 pobre minutos sin eyacular (“maldición” señores una mujer necesita un promedio de juegos previo, de excitación y estimulación entre 15 a 20 minutos antes de la penetración). Hacer del sexo un mezquino acto, realizando las acciones que solo beneficia mayormente a él, No señores, deben dejar de creer que su único objetivo es eyacular, así solo piensan los perdedores, los pésimos amantes, el sexo es mucho más que todo eso.

Un buen amante primero que todo conoce a la perfección su cuerpo, sabe que cosas lo excitan y que cosas lo excitan menos en la estimulación sexual, tanto de manera visual, psicológica y física. El comprende las reacciones de su cuerpo a ciertos estímulos por lo cual esto lo aprovecha a su favor.

Su comprensión sobre el arte sexual, se basa en dar y recibir placer, buscar satisfacer y ser satisfecho en sus deseos, realizar juntos las mayores fantasías de cada uno. Este es un juego de dos por lo cual ambos deben hacer que ocurra la magia, por lo cual es primordial que el experimentado amante tome el control de la situación y dirija a la mujer a vivir una experiencia intensa, detallista y muy complacedora.

Primero que todo el perfecto amante, no piensa en su beneficio sexual, el piensa en el de la mujer, centrándose en desempeñar un trabajo de artista, brindándole el mayor placer que haya experimentado una mujer en su vida. Cuando nos preocupamos de satisfacer a una mujer, instantáneamente estamos auto-satisfaciéndonos en el acto y esto es la clave para retener la eyaculación como lo explica detalladamente mi libro CIGS Seducción Natural. Piense en el placer de ella y esta auto-satisfaciéndose.

Siempre nos ronda una gran seguridad desde que vemos por primera vez a la chica, con quien decidimos compartir nuestra noche, nos sentimos seguros, confiados, y este estado lo transmitimos y lo terminamos contagiando a la mujer. Quien espera a un hombre de verdad, seguro, que lidere la acción, por quien se sienta protegida, y quien le genere un fuerte deseo al verlo tan varonil y decidido.

La atmósfera es muy importante para que la mujer logre desinhibirse por completo, deseamos que ella disfrute tanto como nosotros, que goce el instante, que se sienta cómoda y segura, que desarrolla un estado de relajo y pasión, que su entusiasmo la encienda, y que su excitación se apodere de ella llevándola a realizar sus mayores fantasías.

Es nuestro trabajo hacer que ella viva del presente, desde el minuto que cerramos la puerta de la habitación para quedar completamente solos, es recomendable tomar y apagar los teléfonos celulares, no debe haber distracción, solo nosotros viéndonos a los ojos. El buen amante genera y se comunica de manera directa, sincera y apasionada, el solo habla de ese instante, el paso es historia, y está en el olvido, el futuro todavía no llega, es incierto, por lo menos ambos no existirán ni menos se apoderaran de la mente de la mujer, hasta abandonar la habitación. Solo ambos deben vivir y pensar en ese instante, en ese segundo, en ese momento, intentando dejar de lado los pensamientos y dedicarse a sentir, a experimentar, a descubrir lo nuevo, a descubrirse a sí misma y encontrar el mayor placer en lo imprevisible.

Por supuesto que debemos tomar la iniciativa seduciéndola eróticamente, hablándole apasionadamente, viéndola con deseo, tocándola con intensidad y besándola con locura, debemos generar una experiencia enriquecedora e inolvidable, algo fuera de lo comúnmente experimentado, debemos llegar a conectar tanto física como emocionalmente con la mujer, debe haber una sincronía, una gran confianza que lleve a ambos a sentirse libres, deseados y amados. Siempre nos tomamos nuestro tiempo, desvestimos a una mujer, al mismo tiempo que besamos su cuerpo, deleitamos nuestra vista con su hermosa y deseosa anatomía, olemos y acariciamos su piel, recorremos sus puntos erógenos con nuestra boca, nos detenemos en sus muslos, y luego acariciamos su trasero, y hacemos que ella nos desvista como lo desee, apasionadamente, eróticamente o románticamente, ella decide, es parte de su fantasía, y yo estoy para hacerla realidad, no hay impedimento para disfrutar del instante, con esa pequeña sensación de que el tiempo se detiene, al solo ocupar nuestros pensamientos en la activación intensa de cada uno de nuestros sentidos, la visión, el olfato, el gusto, el tacto y la audición, todos estos llevados a satisfacer cada vez más nuestro cuerpo, nuestras emociones y hasta sentimientos, propios o externos. No existe nada más en ese instante, que el deseo de conectar con la otra persona a un nivel muy intenso.

El cuerpo de una mujer se debe explorar, lenta y apasionadamente, debemos conocer y estimular cada una de sus áreas sensibles. Debemos comprender que hace que se excite aún más, que parte específica que no sea su clítoris, o su punto G, le dé un gran placer. Pueden ser los besos, las caricias, o la sola experiencia que puede llevar a una mujer al orgasmo, recuerden que el orgasmo femenino es completamente psicológico, es por ello que es muy importante generar la fantasía, y para ello debemos generar todo lo necesario para que ella, pueda sentirse cómoda, relajada, a gusto, confiada, desinhibida, pensando solo en el presente, con todo ello podrá concentrase y disfrutar del sexo en su máximo sentido.

Una vez que identificamos las áreas del cuerpo de cada mujer que la excitan, y les proporcionan más placer, debemos jugar con dar y quitar, generarle la necesidad de que estimulemos esa área, y jugar un poco con su necesidad hasta llevarla al punto de máxima necesidad y nos obliguen acariciarles o a besarles algún área específica.

Un perfecto amante tiene un tiempo estipulado antes de la penetración, en donde debe conseguir el primer orgasmo sin ni siquiera estar dentro de ella, debe llevarla a los extremos de la excitación. Una vez que ha recorrido y aprendido sobre el cuerpo de aquella mujer, es hora de conectar físicamente, y comenzar la penetración, las posiciones, que ambos gustan más, el ritmo acorde al estado; euforia, adrenalina, pasión, erotismo, romanticismo, dependiendo de cuál este experimentando es como debe moverse en la cama, por lo cual debe saber en base a la información que aprendió de ella cuando se conocieron, cual es su fantasía sexual con un desconocido, toda las mujeres son diferentes y cada una busca diferentes cosas en el sexo persiguiendo un mismo objetivo satisfacción, placer y orgasmos.

La comunicación es importante en el acto, por ello lo que la mujer debería escuchar en su oído con una voz masculina y fascinante es lo que pudiera hacerla fantasear y al mismo tiempo excitarla aún más, las palabras pueden ser tan intensas como el tacto, solo deben decir lo que ella no espera escuchar.

Debemos ser una experiencia inolvidable, una fantasía, una oportunidad fuera de lo común, un recuerdo reconfortante y satisfactorio, llevar el sexo a otro nivel, por lo cual vendar los ojos de una mujer es una de las fantasías eróticas más pretendidas por ellas, porque sus sentidos se estimularan mucho más allá de lo que ha experimentado, jugar con ellos, con el tacto haciendo que nos acaricie y recorra nuestro cuerpo lentamente como nosotros el de ella, el olfato, oliendo un aroma dulce, luego cítrico, que envuelva ambos cuerpos, y active su lado sensible y active nuestro lado masculino, el gusto, al deleitarla con frutas, chocolate líquido, y la audición escuchando una música erótica y relajante, el sonido de nuestras palabras, al perder la visión, los otros sentidos se activan mucho más, y su mente comienza a imaginar y centrarse en el momento, comienza la fantasía y lo inesperado envuelve la atmósfera.

Una vez llegado al clímax de la satisfacción, y después algunas horas de sexo, es hora de llegar nuevamente al orgasmo definitorio, el hombre debe eyacular junto con la mujer si ambos están en una acorde sincronía y manejan sus pensamientos a la perfección, aunque una vez que ambos llegan a una gran satisfacción al terminar, este no es más que la parte intermedia, el verdadero juego sexual comienza ahora, una vez que ellos recuperan el aliento, comparten una copa de vino, y un enrolado de tabaco o marihuana para sensibilizar aún más los sentidos, comienza el estado de erotismo, provocación y deseo, con una conversación intensa, honesta y directa, en donde ambos desnudos sobre la cama podrán acariciar y estimular el cuerpo del otro, sin poder llevar acabo la penetración, solo con provocación, caricias y palabras, a un nivel poderoso de excitación, que nos entregara un gran placer, cuando ambos tenemos los ojos vendados, estando sobre la cama.

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